lunes, 6 de abril de 2015

Se multiplica la adoración de Satanás


Según el periódico Die Vaderland de Johannesburgo, durante las últimas décadas la cantidad de miembros de la iglesia de Satanás en África del Sur ha aumentado de 20.000 a más de 165.000, un aumento de más de 700 por ciento. Citas de la “Biblia Satánica” que aparecen en una solicitud para ingresar en la “Iglesia” pudieran explicar por qué ciertas personas están interesadas en hacerse miembros. Por ejemplo, una cita declara: “Satanás representa el satisfacerse más bien que el contenerse.” Y otra dice: “Satanás representa todos los llamados pecados, ya que todos llevan a la satisfacción física, mental o emocional.” Según el periódico, los “servicios” de esta iglesia se caracterizan por sacrificios de animales, orgías sexuales y el beber sangre.


“Un error de redacción”


Según una profecía del Libro de Mormón, los indios norteamericanos se harían “blancos y encantadores” si se hacían miembros de la Iglesia Mormona. Los mormones creen que la tez oscura de los indios fue una maldición que Dios pronunció en contra de los antepasados de éstos, la cual sería quitada si se hacían mormones. Pero en 1978 Spencer Kimball, el presidente de la iglesia, “anunció una revelación procedente de Dios,” y la iglesia “desechó una doctrina racial que impedía que los negros ocuparan el puesto de sacerdote,” dice un informe reciente del Times de Nueva York. De modo que ahora, en una nueva edición del Libro de Mormón, en lugar de “blancos y encantadores” el pasaje en cuestión lee “puros y encantadores.” Un oficial de la iglesia dijo que “la palabra ‘blancos’ era un error de redacción y que el Sr. [Joseph] Smith tenía la intención de usar la palabra ‘puros’ en la profecía.”


‘Venta de almas’



Según el periódico sueco Stockholms Tidningen, durante las últimas décadas cierta compañía de Suecia ha examinado minuciosamente registros eclesiásticos, archivos estatales, actas de procesos judiciales, y así por el estilo, para recopilar tantos nombres de difuntos como fuera posible, unos 15 millones de ellos, algunos de los cuales se remontan al siglo XVI. Se han microfilmado los documentos que contienen tales nombres, y los microfilmes se han vendido a los mormones de los Estados Unidos. Para ayudar a que se salven las generaciones de personas muertas, y especialmente sus propios antepasados, los mormones se bautizan en nombre de los difuntos. Se dice que la compañía sueca en cuestión, llamada Recolid, obtuvo casi un millón de dólares en ganancias mediante su productiva ‘venta de almas’.

¿QUIÉNES SON LAS RAMERAS DEL LIBRO REVELACIÓN O APOCALIPSIS 17:5?


En el capítulo 17 de Revelación se simboliza a Babilonia la Grande con una prostituta y una ciudad que tiene sus hijas, las organizaciones que surgen de ella, la organización madre, y que, al depender de ella, sufrirán la misma destrucción.

Reconocemos que Babilonia la Grande es toda la religión falsa. Es “la madre de las rameras” porque todas las religiones falsas del mundo individualmente, entre ellas las muchas sectas de la cristiandad, son como sus hijas, y la imitan al cometer ramería espiritual. Ella es también la madre de las “cosas repugnantes” porque ha dado existencia a prole tan repugnante como la idolatría, el espiritismo, la adivinación, la astrología, la quiromancia, el sacrificio humano, la prostitución en los templos, la borrachera en honor a dioses falsos, y otras prácticas obscenas.
La ramería espiritual es peor aún
 Sin embargo, desde el punto de vista de Dios hay una forma de prostitución que es peor... la ramería espiritual, afirmar que se adora al Dios verdadero cuando en realidad se da adoración y afecto a otros dioses. La Jerusalén antigua fue más allá en su ramería. Dio regalos a las naciones que fornicaron espiritualmente con ella, y contaminó así la adoración verdadera. (Ezequiel 16:34.)
 Hasta en este siglo XX la ramería espiritual es común en el sistema religioso mundano. La cristiandad es la parte más prominente de ese sistema... un sistema llamado por la Biblia “Babilonia la Grande, la madre de las rameras y de las cosas repugnantes de la tierra”. (Revelación 17:5.)

Babilonia la Grande está vestida con “púrpura y escarlata”, los colores de la realeza, y “adornada con oro y piedra preciosa y perlas”. ¡Cuán apropiado! Piense en todos los magníficos edificios, las estatuas y pinturas valiosas, los iconos inestimables y otros objetos religiosos, así como una increíble cantidad de propiedades y dinero en efectivo, que las religiones de este mundo han acumulado. Sea en el Vaticano, en el imperio del evangelismo televisado con su sede en los Estados Unidos, o en los exóticos lugares sagrados y templos del Oriente, Babilonia la Grande ha acumulado —y a veces perdido— riquezas fabulosas.
Como indicación del origen no cristiano de muchas doctrinas, ceremonias y prácticas de la cristiandad apóstata, el cardenal católico romano John Henry Newman, del siglo XIX, escribió lo siguiente en su Essay on the Development of Christian Doctrine (Ensayo sobre el desarrollo de la doctrina cristiana): “El uso de templos, y estos dedicados a santos particulares, y adornados a veces con ramas de árboles; el incienso, las lámparas y las velas; los exvotos por recuperarse de alguna enfermedad; el agua bendita; los asilos; los días y temporadas festivos; el uso de calendarios; procesiones, bendiciones sobre los campos; la vestimenta sacerdotal, la tonsura, el anillo de matrimonio, el volverse hacia el Oriente, las imágenes en fecha posterior, quizás el salmodiar eclesiástico y el kirieleisón [el canto “Señor, ten piedad”], todos son de origen pagano, y santificados por su adopción en la Iglesia”.
En vez de santificar tal idolatría, “Jehová el Todopoderoso” da esta amonestación a los cristianos: “Sálganse de entre ellos, y sepárense [...] y dejen de tocar la cosa inmunda”. (2 Corintios 6:14-18.)
Babilonia la Grande también comete fornicación. Ha sobresalido en hacer cuanto le ha parecido conveniente para obtener influencia y poder sobre los reyes que gobiernan en la Tierra. (1 Timoteo 4:1.)
Hoy día es común ver a clérigos hacer campaña para obtener algún puesto encumbrado en el gobierno, y en algunos países participan en el gobierno, sí, hasta ocupan puestos en gabinetes gubernamentales. En 1988 dos conocidos clérigos protestantes se postularon para la presidencia de los Estados Unidos. Los líderes de Babilonia la Grande aman la popularidad; muchas veces aparecen en fotografías de la prensa pública en asociación con políticos prominentes. En contraste, Jesús evitó mezclarse en la política, y dijo de sus discípulos: “Ellos no son parte del mundo, así como yo no soy parte del mundo”. (Juan 6:15; 17:16; Mateo 4:8-10; véase también Santiago 4:4.)
El 20 de julio de 1933 el Vaticano desplegó su interés en el poder en ascenso del nazismo cuando el cardenal Pacelli (quien después llegó a ser el papa Pío XII) firmó en Roma un concordato entre el Vaticano y la Alemania nazi. Von Papen firmó el documento como representante de Hitler, y Pacelli confirió allí a Von Papen la elevada condecoración papal de la Gran Cruz de la Orden de Pío. En su libro Satan in Top Hat (Satanás en sombrero de copa), Tibor Koeves escribe sobre esto: “El concordato fue una gran victoria para Hitler. Le dio el primer apoyo moral que había recibido del mundo, y de la fuente más ensalzada”. El concordato requería que el Vaticano dejara de apoyar al Partido Central Católico alemán, y así aprobaba el “estado totalitario” de un solo partido de Hitler. Además, su artículo 14 declaró: “El nombramiento de arzobispos, obispos y otros por el estilo se emitirá solo después que el gobernador, instalado por el Reich, se haya asegurado debidamente de que no existen dudas respecto a puntos políticos generales”. Para fines de 1933 (proclamado “Año Santo” por el papa Pío XI), el apoyo del Vaticano se había convertido en un factor importante en el empuje de Hitler hacia la dominación mundial.
Cómodo en el Vaticano, el papa Pío XII dejó que la tremenda matanza de judíos y las crueles persecuciones lanzadas contra los testigos de Jehová y otros siguieran adelante sin crítica de su parte. Es irónico que el papa Juan Pablo II, al visitar a Alemania en mayo de 1987, glorificara la postura antinazi de un sacerdote sincero. ¿Qué hacían los otros miles de miembros del clero alemán durante el reinado de terror de Hitler? Una carta pastoral emitida por los obispos católicos alemanes en septiembre de 1939, al principio de la II Guerra Mundial, nos ilumina sobre este punto. Dice, en parte: “En esta hora decisiva exhortamos a nuestros soldados católicos a cumplir su deber en obediencia al Caudillo y estar dispuestos a sacrificar su entera individualidad. Hacemos un llamado a los Fieles para que se unan en fervientes oraciones para que la Divina Providencia conduzca esta guerra al éxito bendito”.
Japón bajo el sintoísmo suministraba un ejemplo notable de esto. El mayor honor para el soldado japonés adoctrinado era dar la vida por el emperador... el dios supremo del sintoísmo.
Babilonia la Grande, la de hoy día, sigue con vida. Como imperio mundial de la religión falsa, sigue propagando las enseñanzas y el espíritu orgulloso de la Babilonia original. Es el instrumento principal de Satanás para cegar a los pueblos de la Tierra respecto a los propósitos del Reino de Jehová. (2 Corintios 4:3, 4.)
En vez de aclamar el Reino celestial entrante de Cristo, el clero promueve la Sociedad de Naciones hecha por los hombres, a la cual describió como “la expresión política del Reino de Dios en la Tierra”.
La religión de los siglos XX y XXI está muy dispuesta a buscar el favor del mundo, y eso es especialmente cierto de la cristiandad. Su clero no solo no proclama las buenas nuevas del Reino entrante de Jehová, sino que también diluye las enseñanzas morales de la Biblia y aprueba tácitamente la permisividad mundana entre los miembros de sus iglesias. Ni siquiera los clérigos mismos son tan inocentes en cuanto a fornicación carnal, algo que tan rotundamente condenó el apóstol Pablo cuando dijo: “No se extravíen. Ni fornicadores, ni idólatras, ni adúlteros, ni hombres que se tienen para propósitos contranaturales, ni hombres que se acuestan con hombres [...] heredarán el reino de Dios. Y, sin embargo, eso era lo que algunos de ustedes eran. Pero ustedes han sido lavados”. (1 Corintios 6:9-11.)
‘Se revuelcan en el fango’
¿“Han sido lavados” los clérigos de nuestro tiempo? Pues, note, por ejemplo, la situación que existe en Gran Bretaña, que en un tiempo era un baluarte del protestantismo. En noviembre de 1987, mientras la primera ministra de Gran Bretaña pedía al clero que suministrara dirección moral, el rector de una iglesia anglicana decía: “Los homosexuales tienen tanto derecho a su expresión sexual como toda otra persona; debemos buscar lo bueno en ello y estimular a la fidelidad [entre homosexuales]”. Un periódico londinense informó: “Las prácticas homosexuales se hicieron tan comunes en una universidad teológica anglicana que fue necesario que el personal de otra universidad prohibiera a sus estudiantes visitarla”. Un estudio calculó que “puede que más de la mitad de la cantidad total de clérigos de cierto distrito de Londres tienda hacia la homosexualidad”. Y en un sínodo eclesiástico el 95% de los clérigos de la Iglesia Anglicana apoyó una moción que decía que la fornicación y el adulterio eran pecados, pero que no lo eran los actos genitales de homosexualidad; se dijo que los actos homosexuales eran simplemente no alcanzar lo ideal. En un comentario sobre esto, cierto escritor de noticias sugirió que bien pudiera cambiarse el nombre de la Iglesia Anglicana a Sodoma y Gomorra. Otro periódico londinense declaró: “Los británicos han quedado horrorizados al contemplar los resultados de una generación de permisividad”.
 ¡Qué bien describen la situación del clero apóstata a través de los años las palabras del apóstol Pedro: “Les ha sucedido el dicho del proverbio verdadero: ‘El perro ha vuelto a su propio vómito, y la cerda bañada a revolcarse en el fango’”! (2 Pedro 2:22.)
Por toda la cristiandad, y en realidad por todo el mundo, hay un desplome aterrador de los valores morales. Hoy día en algunas sociedades se considera innecesario el matrimonio, y los que están casados creen que la fidelidad marital está fuera de moda. Menos personas legalizan su unión marital, y entre los que lo hacen la proporción de divorcios aumenta vertiginosamente. En los Estados Unidos los divorcios han aumentado a más del triple durante los pasados 25 años, a más de un millón por año. En Gran Bretaña, durante el período de 20 años desde 1965, los divorcios se cuadruplicaron, de 41.000 a 175.000. Las personas solteras prefieren cohabitar con personas solteras de cualquier sexo, y muchas cambian de acompañante constantemente. Se lamentan por las terribles enfermedades transmitidas por contacto sexual —en especial el SIDA— que se difunden rápidamente como resultado de su estilo de vida inmoral, pero persisten en sus degradantes prácticas sexuales. El clero de la cristiandad no ha disciplinado a los miembros de sus iglesias que cometen tales actos. Hasta el grado que han hecho la vista gorda a la inmoralidad, tienen que compartir responsabilidad por esta cosecha lamentable. (Jeremías 5:29-31.)





domingo, 5 de abril de 2015

Testimonio de la madre de Smith



Recientemente la Iglesia Mormona de Utah anunció el descubrimiento de un documento histórico importante... una carta que aparentemente fue escrita por Lucy Mack Smith, madre de Joseph Smith, hijo.
La carta, con fecha del 23 de enero de 1829, fue escrita como un año antes de que Joseph Smith publicara el Libro del Mormón. Lucy Mack Smith escribió a su cuñada: ‘Me complace informarte de una gran obra que el Señor ha efectuado en nuestra familia, pues, mediante sueños, ha dado a conocer sus caminos a Joseph, y Dios se ha complacido en mostrarle dónde puede ir a cavar para conseguir un registro antiguo grabado en tablas de oro puro, las cuales Joseph sabe traducir’.
De acuerdo con Dean Jessee, historiador de la iglesia, la carta “muestra que desde el principio, cuando se iba levantando el telón de la iglesia en 1829, la familia Smith habla y dice las mismas cosas que relata después en sus historias”. Y eso “da testimonio en cuanto a la credibilidad de la historia de Joseph Smith y su madre”, dijo Jessee.
Aunque esta carta tienda a desacreditar la teoría de algunos críticos de que Smith haya escrito el primer libro como una novela y haya alegado después que fue por inspiración, en realidad contribuye muy poco en cuanto a confirmar que el libro sea genuinamente de origen divino. Más importante, la declaración de la madre de Smith no es realmente convincente en vista de la advertencia del apóstol Pablo en Gálatas 1:8: “Pero aunque viniéramos nosotros o viniera del cielo algún ángel para anunciarles el Evangelio de otra manera que lo hemos anunciado, ¡sea maldito!”. (La Nueva Biblia [Latinoamérica].)


¿Quiénes serán evangelizadores?



En  una reunión del Consejo Mundial de Iglesias celebrada hace sesenta años, se instó a los miembros a “llenarse de un espíritu evangelizante” y a enseñar a sus rebaños a “ir a evangelizar”. Un lustro después, el eclesiástico católico John A. O’Brien escribió sobre la necesidad de captar nuevos discípulos “yendo adonde ellos”, y no simplemente “quedándose sentados en casa”. Y en enero de 1994, el papa Juan Pablo II dijo que “no [era] momento para avergonzarse del Evangelio, sino para pregonarlo desde las azoteas”.
Al parecer, estos llamamientos ocasionales pidiendo evangelizadores han caído en oídos sordos. Un artículo del periódico australiano Illawarra Mercury dijo: “Los católicos prominentes de la costa sur no desean dar a su fe un enfoque como el de los testigos de Jehová”. Un hombre afirmó que la evangelización sencillamente “no forma parte de la mentalidad católica”. Otro argumentó: “Está bien que la Iglesia se promocione a sí misma, pero no tocando a las puertas. Tal vez fuera mejor hacerlo a través de las escuelas o por carta”. Incluso el deán de una catedral no estaba muy seguro de cómo interpretar los comentarios del Papa. “Animaremos a la gente a vivir el Evangelio que conoce —dijo—. Que esto signifique hacer visitas a domicilio es otra cosa.” El titular del artículo resumió muy bien la situación: “Los católicos no quieren obedecer el llamamiento del Papa para que se predique”.
Pese al fracaso de la cristiandad en lo que respecta a evangelizar, más de cinco millones de testigos de Jehová obedecen el mandato de Jesús de ‘ir y hacer discípulos de gente de todas las naciones’. (Mateo 28:19, 20; compárese con Hechos 5:42.) Actualmente predican de casa en casa en más de doscientos treinta países. Llevan un mensaje positivo, que realza las magníficas promesas de la Biblia para el futuro. ¿Por qué no habla con ellos la próxima vez que lo visiten?